Hemos recalcado varias veces que la planeación es la esencia de la construcción de grandes objetivos corporativos. Creemos que, partiendo de una base estructurada de forma ideal y en la que se involucren diferentes niveles de conocimiento sobre tu negocio, es posible alcanzar cada uno de tus objetivos.
Es importante mencionar que el cumplimiento de un proyecto, cualquiera que sea su duración, debe gran parte de su efectividad a un seguimiento preciso. Esta categoría tiene ciertas implicaciones que te acercarán al éxito de tu obra. Desde seguir el plan inicial, hasta analizar todos los motivos por los que este puede cambiar, y decidir el destino según los resultados.
Un acompañamiento apropiado se compone de dos fases que tienen como propósito acercarte a las decisiones que tu negocio necesita ante cualquier panorama en el que se desarrolle tu proyecto. El primero, corresponde al registro de información que te permita analizar cada una de las acciones hechas para alcanzar tu objetivo. El segundo tiene que ver con el modo en el que interpretas toda la información registrada, a través de un esquema de análisis que te permita tomar las decisiones que necesites.
Ahora bien, el registro de la información resulta clave para obtener mediciones en tiempo real sobre el estado del avance. El cumplimiento del cronograma puede reflejarse en los soportes necesarios para evidenciar la realización de una actividad, así también obtendrás la materia prima de una gestión estratégica enfocada en la toma de decisiones oportunas.
Un sencillo consejo: Contempla que en las negociaciones con tus proveedores se conserven los precios frente a las fluctuaciones de la economía.
Para lograrlo, debes acudir a elementos que deben clarificarse desde la planeación. Desde el modo en el que decides el proceso ideal para la ejecución de cada tarea, pasando por los hitos que determina los puntos esenciales de la construcción de tu obra, hasta el cumplimiento de los indicadores previamente establecidos.
En este orden de ideas, resulta imprescindible la claridad en la comunicación de los avances como parte del proceso de retroalimentación a públicos internos y externos, que se convierte en una herramienta muy valiosa para que tus equipos de trabajo se sintonicen con los requerimientos de la realidad del proyecto a lo largo de su ejecución.
Un ítem que no debes olvidar es la relación intrínseca de los tres ítems del triángulo de proyecto y su comportamiento a lo largo de todo el proceso. No olvides que las variaciones que se generen en alguna de las tres esquinas afectarán el resultado final de toda la obra. Si el costo, el alcance o el tiempo cambian, en el seguimiento debes comprender las implicaciones tu entrega final, y del mismo modo, debes regular el camino correcto para alcanzar tu objetivo ante cualquier situación establecida en tu proceso de gestión de riesgos.
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