El viernes 30 de agosto, el Gobierno Nacional aprobó el primer aumento en el precio del ACPM (diésel), que, según el Ministerio de Hacienda, sería de $1.904 pesos. Esta medida generó descontento entre los transportadores, lo que desencadenó en el paro camionero que afectó al país desde el 2 de septiembre y se prolongó por cuatro días.
Esta situación no solo afectó la movilidad, sino que también generó pérdidas en varios sectores, incluido el de la construcción. Según un comunicado de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), se registraron retrasos en las obras de Bogotá y Cundinamarca, donde actualmente hay 1.282 frentes de trabajo activos en proyectos de vivienda.
Un sondeo gremial reveló que el 80% de las obras presentaron problemas debido al desabastecimiento de materiales. Además, las construcciones experimentaron una reducción en el número de trabajadores debido a los bloqueos.
De acuerdo con declaraciones de Edwin Chiviri, gerente de Camacol Bogotá y Cundinamarca, el sector demanda insumos de 34 sectores comerciales e industriales de la economía, y la cadena de suministro abarca 170 ramas de producción que abastecen las obras. Cifras a las que se suman los 450.000 trabajadores que se desplazan diariamente en la ciudad y la región.
El gremio estima que por cada día que se detuvieron los proyectos debido al paro camionero se generaron pérdidas millonarias, las cuales podrían superar los 62.000 millones de pesos diarios. “Frenar las obras es frenar la mitad de la economía de la ciudad y la región”, afirmó Edwin Chiviri.
Las buenas noticias llegaron alrededor de las 5:40 a.m. del viernes 6 de septiembre, cuando el Ministerio de Transporte anunció un acuerdo entre el Gobierno Nacional y el gremio de transportadores. El acuerdo establece un incremento de $800 pesos en el precio del ACPM (diésel), distribuido en dos aumentos de 400 pesos: el primero aplicado el fin de semana anterior y el segundo programado para el 1 de diciembre.
No obstante, y pese al acuerdo, el paro camionero dejó en evidencia la fragilidad de las cadenas de suministro y la importancia de mantener la continuidad de las operaciones en sectores estratégicos como la construcción. Dado que, este tipo de crisis tienen gran impacto en la economía y en la calidad de vida de los colombianos.